El Estudiante de Salamanca por José de Espronceda: Análisis

El Estudiante de Salamanca, es un poema que fue escrito por el autor español José de Espronceda (1808-1842) y publicado por primera vez en la antología Poesías de Don José de Espronceda. La siguiente exposición incluye el análisis y métrica de la obra completa.

Cabe destacar que la presente obra, El Estudiante de Salamanca José de Espronceda, fue publicada por primera vez, aunque en fragmentos, a partir del año de 1837 y completo en el año 1840. Muchas partes se encuentran lleno de poesía y otras de drama.

El Estudiante de Salamanca

El Estudiante de Salamanca análisis de la obra 

El Estudiante de Salamanca es una obra excepcional que tiene una mezcla de poesía y drama, escrito por el poeta de nacionalidad española José de Espronceda, y fue publicado por completo en el año 1840. La trama de la misma, es en parte, una variante de la leyenda de Don Juan en la que el protagonista, Félix de Montemar, es plasmado como un casanova con una gran hipersexualidad de la época.

También es el apócrifo amante de Elvira, la inocente y encantadora protagonista femenina que ambos viven en Salamanca, y además, que actúa como telón de fondo de la historia. La obra está escrito en narrador omnisciente en tercera persona, lo cual es muy común en la ficción de la trama, porque permite que todos los pensamientos, sentimientos y emociones de cada uno de los personajes se transmitan al lector.

Asimismo, la obra nos da la idea, desde un principio, sobre las relaciones que existen entre cada uno los personajes, permitiéndonos familiarizarnos con más de un personaje.

Felix de Montemar es la representación en el texto de Don Juan, un hombre viril, pero le es mentiroso y engaña a Elvira para que lo ame. Es un aristócrata español con mucho atractivo, malacostumbrado por la arrogancia y la adicción al vicio, en su caso infiel, busca gratificación sexual.

Félix representa la imagen del libertinaje, en el que la persona no ve las implicaciones morales en su comportamiento con poca integridad. El uso que le han dado a este personaje también tiene un mensaje moral de trasfondo, porque el Don Juan Felix de Montemar, el protagonista, siempre está sucumbiendo en sus actos al ser eternamente condenado, eso es lo que se llama la justicia poética. Todas las acciones que se realizan tienen una consecuencia futura; por lo tanto, se podría aducir que esta historia tiene semejanzas a una fábula.

El Estudiante de Salamanca adopta cierto estilo gótico de la literatura a pesar de ser una poesía, porque las imágenes que transmite claridad siempre se contrastan con la tristeza. Igualmente, se puede evidenciar en la caracterización porque el retrato que da de Elvira y su amor se focaliza en el esplendor del primer capítulo.

Elvira se le describe como una 'estrella' quien es la 'más pura que el azul del cielo'. Pero esto incluso es un ejemplo de imágenes religiosas, porque el cielo se puede interpretar como el paraíso, y el color azul también se le puede asociar con la Virgen María y la pureza que representa.

También se reseña a Elvira como 'muriendo de una sed ardiente' alusivo al deseo que tiene por Félix y su amor no correspondido. Sin embargo, estas imágenes poéticas cambian de luz a oscuridad luego de que ella se suicida; la oscuridad y la sombra significan la muerte y tristeza, mientras que la ligereza tiene el significado de vida, amor y esperanza.

La estructura del poema El Estudiante de Salamanca varia según el personaje que se está describiendo  o menciona. Una breve explicación contundente describe a Félix, que agrega misterio a su personaje, al guardar información para sí mismo, lo que nos hace permitir cuestionar su personalidad y sus motivos, incluso simboliza su personalidad reservada.

Elvira se describe en verso completamente fluido y un vocabulario descriptivo pesado, lleno de recursos metafóricos. Las imágenes intensas y tradicionales de la naturaleza acentúan su belleza natural para el público, ella también encarna el erotismo, pero es víctima de la falocracia de Don Félix.

Entre las lecturas de El Estudiante de Salamanca y Manfredo de Lord Byron se puede decir que se relacionan, de hecho, comparten características similares entre los protagonistas. Los autores se asentaron a través de ellos, Félix y Manfred, ambos egoístas, inadaptados, crueles y hasta despiadados de conocer.

Ambos autores, Espronceda y Lord Byron, arriesgaron un papel crucial en la composición del estereotípico autor rebelde, intenso y apasionado. En los dos se examina la tergiversación de la moral; los poetas que se inclinan en el romance, se siente en sus obras la agonía y la perdida total de la esperanza, dos sentimientos que son el resultado de una sensación interna de miedo y que están existentes en sus obras.

El hermano de Elvira, Don Diego, es un hombre con temple, firme y muy seguro de sí mismo. Su familia representa el amor profundo que se tienen, dan todo por todos, hasta su propia vida para proteger el honor de su amada hermana. Alrededor de su personaje se le ve lleno de odio y venganza, y al final muere en un pelea. 

También se puede exponer el Romanticismo, por lo que están ofreciendo un lado negativo y la respuesta defensiva en el período de crisis social que se vivía a finales del siglo XVIII, el cual fue un periodo llenos de muchos cambios y revolución en el mundo. 

El gusto que se muestra por el gótico, encaja con el gusto hacia la veneración religiosa nueva y antigua, desde España hasta Inglaterra, y tiene sentido, porque evoca esperanza de que el mal que se ha sufrido no tiene éxito o nunca va a venir ese mal.

Los edificios de piedra, muchas veces, refleja el catolicismo medieval, por tal razón tales edificios se les califica como góticos. También se habla del género porque están rodeados de una perversa atmósfera gótica y amenazados por personajes llenos de mucho misterio. 

Don Félix, un hombre libertino que, distante de lamentar la pérdida física de Elvira, se comienza a regocijar, sin siquiera arrepentirse, tampoco lo hace al final donde comienza a encarnar la amenaza. 

En la obra se encuentra presente el miedo al destino, porque es algo muy natural y propio del ser humano, tener miedo a su propio destino que a su vez está conectado con lo desconocido e incierto. También está presente el miedo a la muerte que mantiene cierta relación con el paso del tiempo y la desintegración humana y el manifiesto de la fealdad.  

Por esa razón, al considerar la muerte como algo terrorífico, es que Félix se horroriza al encontrarse con el esqueleto de Elvira. En el romanticismo acentuaron en cierta medida lo anormal, que ciertas imágenes son, incluso, eróticas. Para ellos, lo perverso tiene un significado de placer anormal; lo que es desconocido se vuelve atractivo, porque se busca descubrir que hay detrás de eso, de ahí es que Félix sigue la figura del espectro en blanco.

El Estudiante de Salamanca

Cuando los personajes en el romanticismo comienzan a desafiar a Dios, de alguna forma, la ira de Dios ha de producirse sobre ellos, enseñándolos a temer de esa ira. Por ejemplo, Don Félix comienza a invocar al diablo de manera que está desafiando a Dios, pero es el espíritu de Elvira  quien castiga a Félix para llevárselo y así tener justicia. Esto sirve, a su vez, sobre la idea del catolicismo, de que si no te comienzas a arrepentir de tus pecados, vas a ser castigado por toda la eternidad.

Igualmente, se puede observar el miedo que se le tiene al diablo, tiene un relación con la edad media. En está parte, Don Félix tiene un destino semejante con Manfredo, en que está atónito en sus deseos, muy diferente a los otros hombres, parece que firmo un pacto con el mismo diablo, ya que no manifiesta sentir ningún tipo de remordimiento por las acciones que ha cometido y que desafían a todos los cristianos, aquí hay mucha moralidad por el medio.  

Las manifestaciones del gótico continuaron como lo hicieron los escritores del siglo XIX, sin embargo, encontraron nuevas formas de incorporar elementos del género que se encuentran caracterizados en su escritura. En El Estudiante de Salamanca, José de Espronceda muestra la influencia de sus fuentes góticas y confía en ambas para crear una atmósfera identificable para caracterizar a su héroe, Don Félix de Montemar, un hombre de naturaleza orgullosa e intrépida.

El comienzo es amenazante y sospechosamente desconocido, el poema consta de 4 partes que eventualmente llevan al lector a la ruina de Félix. La primera y cuarta parte son inconfundiblemente góticas. El estudiante pertenece al mismo romanticismo pseudohistórico y medieval cuyos temas enfatizan elementos como caballeros oscuros, tempestades, misterio y una atmósfera aterradora.

La primera parte del poema comienza en una ciudad que se describe como una tumba, y hace crear un espacio claustrofóbico en la trama, a su vez, esta tumba se encuentra rodeada por un ambiente oscuro y lleno de amenazas donde el cielo es lúgubre y el viento silba siniestramente. 

Asimismo, toda esta descripción que se hace en el poema, juega con una tradición folclórica ya que, establece una escena en donde es media noche, un horario en donde es habitual o típico que lo sobrenatural florezca. Está practica en la escritura hace un refuerzo en la naturaleza utópica del poema, y hace que se facilite en la mente del lector la fantasía de Espronceda.

Posterior de la presentación espeluznante y lúgubre de la ciudad, Don Félix se manifiesta en una escena, en donde todo para él parece estar mal mientras se encuentra paseando por la "Calle del Ataúd" y la luna llena detrás de una nube sombría, provocando una vista engañosa.  

Tiene la sensación como si la ciudad estuviera tramando algo contra él, agregando en cuestión el miedo a la naturaleza y lo desconocido. José de Espronceda, consciente de los elementos del género, las acondiciono, transformando así toda la ciudad de Salamanca en un escenario típico del castillo gótico, y una fuerza dominante que demarca el límite entre el mundo real con el ficticio. Justo aquí es donde está la pesadilla de Don Félix, en la Salamanca gótica.

Don Félix, como la mayoría de los valientes tradicionales de la ficción gótica, se encuentra atrapado entre lo que es verdadero y lo inexistente, sintiendo una amenaza por ese espectro sobrenatural que busca dominar sobre él, pasando a ser de villano a convertirse en una víctima, por lo que se le ve obligado a doblegarse al mundo de ficción, el mismo patrón de victimización que ha producido que Elvira y otras personas se sintieran en el mundo real. 

En las siguientes 3 partes del Estudiante de Salamanca, Don Félix, es el predilecto villano, siendo puesto como una figura tradicional del Don Juan que hace de una victima a Elvira con sus fraudulentas promesas de matrimonio, y por último, su enamoramiento de ella. 

Elvira se derrumba ante sus mentiras y termina por suicidarse. Sin embargo, en la cuarta parte del poema, como bien se ha mencionado en el presente análisis, los papeles se invierten, en donde Don Félix se ha convertido en una víctima del espectro de Elvira, quien ha vuelto para exigir la promesa de matrimonio que él le había hecho.

Estos cambios de papeles en la correlación de víctima-villano, expresa con un énfasis el mensaje de moralidad que Espronceda desea manifestar en su obra. Los pecados de Don Félix de Montemar tienen un castigo y se origina la justicia poética.

El Estudiante de Salamanca nos muestra un paradigma de cómo los escritores españoles han confiado en el género gótico como un instrumento para desarrollar personajes y tramas sin perder la esencia, y de cómo se puede desarrollar una historia para sostener un final. 

En este caso, Espronceda, da un aviso final para que los hombres que son deshonestos que se someten a 'sus frívolos placeres' prescindan de esas acciones. Además, se utilizó el género del gótico hasta el final del siglo como una crítica social.

José de Espronceda y Delgado

José de Espronceda y Delgado, (nacido el 25 de marzo de 1808, Almendralejo, España; fallecido el 23 de mayo de 1842, Madrid), poeta romántico y revolucionario del género.

Huyó de España en el año 1826 por actividades revolucionarias y en Londres comenzó un tempestuoso romance con Teresa Mancha (De ahí sale el famoso: Canto a Teresa) que dominó los siguientes 10 años de su vida.

Participó en la Revolución de Francia de julio (1830) y, tras la muerte de Fernando VII en 1833, se le permitió regresar a España, donde fue miembro fundador del Partido Republicano y fue encarcelado varias veces por actividades revolucionarias.

Su novela histórica Sancho Saldaña (1834), influenciada por Sir Walter Scott, fue escrita en prisión en Badajoz. El estudiante de Salamanca (1840), un hito del romanticismo ibérico, es una variante de la leyenda de Don Juan que lleva al extremo las actitudes antisociales y antirreligiosas de su protagonista.

Espronceda fue muy admirado por su poesía lírica, y sus poesías en general, ya que muestran la influencia de Lord Byron y Scott. El poema inacabado El diablo mundo contiene reflexiones ideológicas y es considerado uno de sus mejores trabajos.

Espronceda se desempeñó como secretario de la legación diplomática de La Haya (1840) y diputado de las Cortes de Almería (1842). También escribió varias obras de teatro: Blanca de Borbón (1870), Ni el tío ni el sobrino (1834), y Amor venga sus agravios (1838).

El Estudiante de Salamanca

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